miércoles, 2 de marzo de 2011

RELATO 3: "TRISTE REENCUENTRO¡¡"

Hola amigos blogueros:

A continuación voy a publicar un poema que escribí con el pseudónimo de Thomas Anders en el año 1995. Yo pensaba decir que perdonéis lo cursi de la redacción, pero es que en aquel año yo ya tenía mis 24 primaveras, con pelo en pecho, o sea que el cursi era yo, jejeje






Quise pensar que nuestra separación era momentánea
simplemente mi crisálida se retrasaba  ¿pero tanto?.
Pasaba todas las horas intentando observarte
A través de las fibras de tu biombo sedoso.

Tardaste en salir, pero lo hiciste
vestida con adorables alas que ya no pude ver.
Cuentan que obsequias con reflejos azulados
a todo aquel que te observa, sin pararte a pensar
que mis débiles ojos, envueltos de parda oscuridad,
sufren con cada aleteo-relampagueo tuyo.

TÚ antes eras oruga y junto a mí paseabas
¿en qué te han convertido amada hada?
Y mientras tú impregnas al mundo con tu esencia
Aquí sigo YO siendo gusano y bajo tierra desterrado.
¿En qué te han transformado distante dama?

Tus alas te conceden preciada libertad, ágil revoloteo.
Mis anillos, que también fueron tuyos, me opresionan
en cada fase de mi lento serpenteo.

Deseaba que para siempre fueses de mi especie,
incluso me conformaba con que fueras lombriz,
 ¡Cruel Naturaleza¡ ¿en qué la has convertido?
¿en qué mísero destino a mi me has sumido?

La esperanza no se pierde, son los deseos
los que se extravían irremisiblemente,
 son los sueños imposibles los que se desvanecen.
La esperanza no se pierde, simplemente muere.

A nuestras vidas, ahora, les separa un manto
de oscura tierra y esenciales elementos,
alfombra de vida y muerte que te recogerá
el día que, extenuada, volar ya no puedas.

Entonces te volveré a ver, caída y apagadas tus alas,
triste mariposa.
Tan muerta como la esperanza de reencontrarnos
desde que saliste de aquella crisálida
 que a mí nunca me envolvió, como tú me prometiste. 

2 comentarios:

  1. Thomas Anders,
    Yo tambien seré cursi porque me ha encantado.

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  2. Muchas gracias Silvia¡¡¡ Hay que ver la vergüenza que da releer al cabo de décadas las líneas que uno escribía. Por cierto tu relato está siendo muy leído. Besos

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